El pasado viernes, 22 de noviembre, Obertament celebró la segunda edición de la Gala Compromís Antiestigma, el distintivo con el cual la entidad reconoce los esfuerzos tangibles y cuantificables de los servicios proveedores de salud mental hacia el estigma y la discriminación en salud mental.
870 profesionales de la salud mental de Cataluña ya se benefician del Distintivo Compromís Antiestigma de Obertament. Benito Menni CASM se adhirió al Distintivo en abril de 2023, y varios profesionales del centro asistieron a esta segunda Gala
Esta es la segunda Gala del proyecto sanitario de Obertament que consolida el compromiso de los profesionales de la salud en la lucha contra el estigma de la salud mental. El Compromís Distintiu Antiestigma ha acontecido una herramienta referencial y, desde 2022, un total de 68 servicios de 19 entidades proveedoras* (ver anexo) de salud mental catalanes ya se han adherido a este compromiso, poniendo en valor la importancia de formar los profesionales e impulsar un cambio de cultura. Benito Menni CASM se adhirió al Distintivo Compromís Antiestigma de Obertament en abril de 2023.
Maria Lomascolo, responsable del proyecto, ha informado de que actualmente esta adhesión supone que hay un 25% de servicios de salud mental comunitarios en Cataluña formalmente comprometidos con la mejora en el trato a las personas usuarias.
El acto, que tiene por objetivo reconocer públicamente el esfuerzo de estos servicios pioneros, ha contado con la participación de 50 profesionales de la salud y con la intervención de la actriz y activista de Obertament Marta Margarit que ha ofrecido su testigo en 1.ª persona. Margarit ha destacado que el buen trato recibido por parte de los profesionales de salud mental ha estado garantía de éxito de su proceso de recuperación. En este sentido ha querido resaltar la importancia de ser tratada con valores humanos básicos como el respeto, la amabilidad o la comprensión. “Que parece el más obvio, pero a menudo es lo más difícil de encontrar.” ha dicho ante el auditorio.
Un punto y aparte en un modelo paternalista
La Gala brindó la ocasión de presentar una Compilación de buenas prácticas de lucha contra el estigma y la discriminación en los servicios de salud mental comunitaria, un documento que aglutina y sistematiza todas las buenas praxis de los diferentes servicios participantes para facilitar la creación de un conocimiento compartido entre todos los agentes del sector.
La idea de este informe es mostrar la realidad actual de muchos centros de salud mental, posicionándolos como lugares de servicio al que la ciudadanía puede acceder en el supuesto de que tenga una problemática de este tipo. Además, la compilación desestigmatiza los servicios de salud mental, desafiando el imaginario colectivo que representa el espacio psiquiátrico como lugar cruel, que trata las personas de forma inhumana.
Hace tiempo que la mirada está focalizada al desprenderse de un modelo más paternalista, y trabajar de acuerdo con un modelo de recuperación, centrado en la persona y respetando las decisiones que toman las propias usuarias en su camino de recuperación y proyecto de vida. Es indiscutible que se tiene que continuar trabajando para reducir el estigma y señalar aquellas conductas que generen malestar en los usuarios de los servicios de salud mental, pero no hay bastante en reconocer cuáles son las prácticas y conductas discriminatorias o que vulneren derechos humanos, sino que hay que transformarlas.
Reconocimiento al cambio de modelo
La propuesta desde los Quality Rights es conducir la acción hacia un modelo de decisiones compartidas que supone la transformación de una serie de dinámicas de trabajo y estilos de comunicación/relación entre profesionales y pacientes. Muchos de los servicios que se han adherido al Compromís Distintiu Antiestigma ya trabajaban previamente en iniciativas para combatir el estigma en salud mental. Sin embargo, la adhesión al compromiso ha permitido detectar y poner en valor estas acciones, ofreciéndoles un reconocimiento formal e impulsando la visibilidad y la puesta en común.
Entre otros de otros beneficios, uno de los objetivos de este proceso es el de hacer el primer paso en la construcción de una red de buenas prácticas y ofrecer espacios de conocimiento compartido. Conocer con anterioridad la experiencia y el funcionamiento de la implementación de una buena praxis en salud mental permite agilizar el camino, anticipando qué son las dificultades y los obstáculos que pueden encontrarse.
Los cambios culturales son lentos y difíciles: los pioneros abren camino y se enfrentan a resistencias.
Los cambios de modelo son lentos y requieren tiempos, pero también la implicación activa de varios actores: las personas usuarias, sus redes de apoyo, los recursos disponibles y las estructuras institucionales. No es solo una cuestión de cambiar la manera de trabajar de los profesionales, sino de generar una cultura de colaboración y corresponsabilidad.
La clave para avanzar en esta dirección es “ir todos a una”, uniendo esfuerzos para superar las barreras y construir servicios de salud mental más inclusivos y respetuosos con las necesidades de cada persona. Todo y la complejidad del proceso, el consenso entre usuarios, familiares y profesionales puede acelerar este cambio necesario por un modelo más humano y sostenible. Con el objetivo común de dar confianza a la persona usuaria de los servicios de salud mental y romper con las barreras de búsqueda de ayuda.